Maximizar el impacto: Utilizar la Teoría del Cambio para guiar sus acciones
Comprender la alineación de la Teoría del Cambio
Centrémonos en la cuestión crucial de la alineación entre los distintos elementos de la Teoría del Cambio. Una vez establecida la visión del mundo ideal e identificadas las principales razones por las que este mundo ideal aún no es realidad, es necesario determinar cómo responder a este problema. En otras palabras, hay que identificar las causas sobre las que se desea actuar y los resultados esperados.
Elegir las palancas de acción e identificar las aportaciones
Una cuestión importante que hay que plantearse es si basta con tratar algunas de las causas y no todas. Muy a menudo, los problemas son complejos e implican una variedad de causas, lo que hace imposible tratarlas exhaustivamente. El nivel de intervención indica en qué nivel de la cadena causal interviene la organización: sobre los beneficiarios o comunidades (micro), sobre las organizaciones o instituciones que trabajan con estas comunidades (meso) o sobre las políticas públicas (macro). El tipo de esfuerzos, intervenciones y resultados esperados difieren en función de esta elección.
La teoría del cambio puede identificar otras causas sobre las que la organización opta por no actuar, bien porque la organización no tiene medios para influir en ellas, bien porque otros actores ya están realizando esta labor. Es importante explicitar estas opciones en la teoría del cambio, lo que demuestra que la organización conoce el contexto y ha tomado decisiones explícitas a la hora de diseñar sus proyectos.
Por último, la organización reflexiona sobre las principales actividades que deben emprenderse para resolver total o parcialmente los problemas identificados. En otras palabras: ¿en torno a qué se va a movilizar a la gente? ¿Qué van a hacer? ¿Qué necesitarán para llevar a cabo estas actividades? ¿Qué insumos se necesitan?
Garantizar la coherencia de la secuencia lógica
La alineación de actividades, resultados e impacto es esencial para maximizar la eficacia de la organización. Una teoría del cambio es coherente si existe una buena alineación de las actividades con los resultados previstos, y la organización es capaz de demostrar el vínculo lógico entre las actividades previstas y los resultados esperados. Esta demostración puede basarse en la experiencia, por ejemplo a través de proyectos o estudios anteriores. Cada acción emprendida debe ser un paso hacia la consecución de los resultados. Es importante precisar las hipótesis, para que la secuencia lógica sea coherente. Cuestionar los vínculos causales entre las actividades y los resultados esperados refuerza la coherencia de la teoría del cambio.
Pensamiento bidireccional
Para determinar su teoría del cambio de la forma más coherente posible, es importante pensar tanto en términos de recursos como de misión. Alinear los recursos y la visión para que estén en consonancia es necesario para lograr resultados.
Es crucial garantizar la coherencia entre las distintas partes de la teoría del cambio pensando en ambas direcciones :
Seguimiento y ajuste continuos
Durante la fase de ejecución, la teoría del cambio se convierte en una herramienta de seguimiento. Le permite mantenerse centrado en sus objetivos y medir los avances. También significa prestar atención a las diferencias entre los resultados esperados y los reales, y ajustar los planes en consecuencia.
Durante la ejecución, la organización puede darse cuenta de que algunos de los supuestos no son los correctos, o de que el contexto ha cambiado y necesita ajustarlos. El seguimiento continuo de las actividades y los resultados es esencial para garantizar que las relaciones causa-efecto son válidas.
Evaluación y aprendizaje
Durante la fase de evaluación del impacto o del proyecto, la teoría del cambio desempeña un papel crucial. La teoría del cambio debe ayudar a la organización a comprender en qué medida sus acciones han contribuido a los cambios observados. Esto constituirá la base del trabajo realizado por la evaluación : garantizar la coherencia entre las aportaciones y las actividades, los resultados obtenidos y la consecución de los objetivos, así como la contribución a los impactos. El aprendizaje y la adaptación son procesos continuos. Cada proyecto aporta información valiosa que debe afinar la teoría del cambio. Es una oportunidad para aprender, crecer y ser más eficaces. En última instancia, una teoría del cambio bien articulada es una brújula que guía cada paso del compromiso hacia la consecución de sus objetivos.
En resumen, la teoría del cambio nos invita a escrutar cuidadosamente los resultados obtenidos en relación con los objetivos iniciales de la acción. Esto plantea cuestiones centrales como ¿Los procesos utilizados son realmente los que generaron el cambio esperado desde el principio? ¿Cómo disociar los efectos del proyecto de los de los cambios del entorno en el que se ha desarrollado? ¿Qué condiciones son necesarias para lograr el efecto deseado? ¿Qué condiciones son a la vez necesarias y suficientes, y cuáles son necesarias pero no suficientes?
Al responder a estas preguntas, la teoría del cambio ilumina el camino hacia una acción más eficaz y específica.
Otro recurso sobre el tema se puede encontrar aquí 👉 https://www.scalechanger.org/comprender-y-aplicar-la-teoria-del-cambio-guia-para-organizaciones/